Mi hogar estos días de retiro (ligeramente) estudiantil y escritorzuelo...
Me he visto en la necesidad de acudir a mi santuario para aislarme un poco, concentrar energías... y tratar de sacar algo positivo de todo ello. Ese espacio propio suele ser la "Xiqueta", pero para periodos algo más largos y de gasto económico nulo, no hay nada como esa sencilla choza de viejo ermitaño.
Cerrar las ventanas y acostarte, mimado y protegido por esas paredes gruesas repletas de rocas, olvidarte de ruidos, poder deslizarse al sueño con esa paz... No hay precio para eso.
Es como si el resto del mundo, por un instante, hubiera dejado de existir...
(Imágenes: El Hermitaño)
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