16 de mayo de 2005
Luces y sombras en lo alto
Luces y sombras
Casi parece un donut de chocolate, ¿verdad? Este complejo de luces y sombras (o sea, estrellas y polvo interestelar) denominado IC 396, y situado a la nada cercana distancia de 3.000 años luz nos demuestra que no todo en el Universo es brillante; también hay oscuridad.
Estrellas brillantes próximas a las nebulosas de IC 396 son las responsables de que estas brillen (de color rojo, en este caso). Las nebulosas oscuras, por su parte, no brillan porque contienen mucho polvo, que oscurece la luz de dichas estrellas.
De los tres astros más brillantes, el de enmedio es doble, o eso parece en base a la fotografía; dos estrellas girando juntas, como bailando, la una alrededor de la otra. El agujero del "donut" contiene otros astros y jirones de gas que, protegidos por la concha de polvo que los envuelve, tal vez puedan formar planetas en el futuro remoto.
Claro que una foto así no se consigue fácilmente, ni por supuesto es algo que pueda observarse a simple vista. El cielo profundo, con nuestros ojos, es siempre negro, blanco y gris. Captamos los colores del cosmos gracias a la tecnología, sin más.
Mirad y admirad cuántos puntos de luz; cada uno es un sol por derecho propio. ¿Por qué tenemos que suponer, como muchos quieren hacernos creer, que entre ellos no pueda haber otros seres que miren hacia su cielo y se pregunten, a su vez, quién habrá allá arriba? Y lo que os muestro es sólo una porción insignificante de todo el cosmos visible. Multiplicad las estrellas que véis en la foto por un billón (no exagero nada... es más aún me quedo corto) y entonces tendréis una buena idea de la cantidad de estrellas en el Universo.
¿Quién puede pensar entonces racionalmente que estamos solos?
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