Maravillosa noche la que disfruté este pasado jueves, no
lejos de Dos Aguas.
Hacía un frío que congelaba hasta... bueno. Tras la cena
salí a gozar de las estrellas, que se veían en muchos centenares, menos en
dirección a Valencia, donde había un horrible hongo de luz. Estaba solo en
medio de esa carretera (en la foto se ve el pico 'Ave', de unos 950 metros de
altura... y al que en otra ocasión querría subir), por la cual apenas pasaban
ya vehículos. Todo silencio, y arriba, la oscuridad.
Se veía a simple vista el cometa 'Lovejoy'... al este de
Orión, como una manchita nebulosa. Fantástico.
Me avergüenza reconocerlo... pero, en un momento dado, como
un poco idiotizado por el espectáculo, me puse a bailar bajo las estrellas (yo,
que tengo dos pies izquierdos y debí perder el ritmo allá por en la primera
comunión, o antes...). Me tranquiliza que nadie me viera; la oscuridad fue mi
aliada.
Después, me metí en casa, escuché a Pink Floyd de nuevo (mi
banda sonora estas últimas semanas...), cerré la puerta con pestillo, puse la
calefacción en marcha, y a dormir.
(Imagen: El Hermitaño)
No hay comentarios:
Publicar un comentario