29 de enero de 2006

Vuelvo (de momento...)

Tras un mes de interminable y angustioso silencio, provocado por un sinfín de fallos informáticos, vuelvo a postear en este blog, que ya casi me parece ajeno.

Fue repentino; tan pronto un día, el 26 de diciembre del año pasado para ser concretos, navegaba a placer por el mar de Internet como al siguiente me corroía pensando la forma de no perder todo el disco duro y poder volver a emplear útilmente mi ordenador. El motivo del desastre lo desconozco; quizá se debió a la entrada de algún troyano juguetón y capullo (hacía más de un año que no actualizaba el antivirus...), quizá fue la consecuencia de los tres apagones casi consecutivos que sufrió el pobre artefacto ese mismo día 26. Quizá fuera por algún otro motivo que seguirá en la oscuridad para el resto de la eternidad.

El caso es que hubiese querido colgar el cartel de "cerrado", para que la gente asidua a este blog (es decir, yo mismo y algún otro que no sabe muy bien en qué emplear su tiempo...) no 'sufriera' ante lo que podía ser una larga ausencia. Pero me fue imposible. El ordenador mostraba el escritorio tras unos 35 minutos de espera (no es broma), y estuve algo más de siete horas para llenar un cd-rom con algunos de los datos y archivos más importantes del disco duro. Al final, hice lo que me aconsejaron muchos: formatear el disco y arrancar de cero. Tardé cuatro días, a regañadientes, y cuando, por fin, me volví a conectar a Internet... ¡¡el cacharro se bloqueó de nuevo!! Vuelta a empezar todo el proceso. Ahora, menos confiado y reticente a descargar cualquier cosa, he cambiado el módem, he instalado antivirus hasta para los altavoces, y voy con tiento en cada página a la que entro.

Estoy sin messenger (llevo 35 días sin acceder al correo [¡¡Bon viatje, catalans!!]), y en ocasiones la conexión se pierde por completo, la pantalla se bloquea y hay que reiniciar (espero que no suceda tras escribir esto...). Quizá tarde un tiempo en volver a postear porque depende de cómo transcurran los próximos días y de cómo responda el cacharro, así que esto es sólo un testimonio para asegurar que mi silencio no es debido a un enloquecimiento por hermitañismo, ni a un exceso de bebida o de una vida alejada de la escritura y de la reposada existencia, es, tan sólo, un mensaje para advertir a la masa que aún no he sucumbido.

Regresaré, cuando sea, con nuevos bríos y mundos por explorar.

Hasta pronto.

2 comentarios:

Cristián Salvo Vulelija dijo...

acá lo esperaremos... ;-)

saludos cordiales

elHermitaño dijo...

Gracias, Cristián.

Un abrazo y que te vaya bien por el esas tierras del sur, compañero :)

Saludos.