18 de septiembre de 2005

Aquí estamos



Aquí estamos, en las afueras de este remolino galáctico llamado Vía Láctea, en ninguna zona especial (círculo rojo) y alejados del centro en más de un tercio el tamaño total de la Galaxia. O sea, que no somos nadie, pese a nuestros delirios de grandeza, aunque nos creamos los más listos, los más imponentes, los que van a revolucionar el Cosmos con sus aportaciones, los que van a conectar culturas alejadas miles de años luz.

Perdidos entre la inmensidad, en una mota de polvo llamada Tierra, los humanos soñamos en salir afuera, al negro y frío espacio, buscando nuestro futuro. El espacio nos llama, lo sabemos. Necesitamos ir, allá afuera, adonde quiera que nos lleve la gravedad. Viajar, expandirse, integrarse, vivir. Un remolino de gas y polvo casi tan antigüo como el mismo Universo nos invita a que lo exploremos. ¿Seremos tan torpes para ignorar esa llamada?

(Nota: esta galaxia es en realidad M 74, situada en la constelación de Piscis. Por mucho que he buscado en Internet, no encuentro ninguna de nuestra Vía Láctea desde esta perspectiva. ¿Alguien sabe por qué :)?)

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