6 de mayo de 2014

Le quiero (y mucho...)


Es incomparable la satisfacción que produce ganarte la confianza de un animal.

El mismo que hace dos meses huía ante tu presencia, hoy se acerca a tus pies, se refriega en ellos, levanta el lomo para que lo acaricies y te maula, contento de verte.

Se siente a gusto a tu lado. Se siente protegido.

A cambio, te da su confianza. Para siempre.

Espero no quebrarla nunca...

(En la fotografía, 'Morro', mi hermano y héroe)

(Imagen: El Hermitaño)