6 de octubre de 2005

Me voy...

Tras más de un año en blanco, en el que he vivido austeramente, ajeno a cualquier consumismo y gasto innecesario, a partir de mañana tiro la casa por la ventana y me regalo cinco días de viaje por España.

Además, voy a viajar de un modo peculiar; recorreré la Península subido a una casa con ruedas: una autocaravana. Lo curioso del caso es que para mí la autocaravana es la casa ideal, en la que, de hecho, espero vivir antes de poder pagar el lujo que representa un piso. Una autocaravana, con todo lo necesario para vivir y disfrutar durante meses, puede valer una fracción de un piso cualquiera. Mientras, la idea es ahorrar poco a poco hasta tener cierta cantidad que te permita acceder a hogares fijos y estables.

Esto es, dado mi escasa estima por el dinero y el trabajo convencional, casi una utopía, pero conozco casos de gente que ya están a punto de hacerlo realidad: sólo es necesario valor, unos pocos euros, y ganas de vivir en libertad. Yo, al menos durante los próximos cinco días, también lo haré (aunque cabe la posibilidad de que huya a Francia y me establezca en el Pic du Midi si la cosa me engancha, quién sabe...:)).

En algo parecido a esto viviré mis próximos días.



Así que nos vemos pronto, amigos, vivid todo lo bien que podáis y no dejéis nunca de mirar hacia arriba.

El hermitaño abandona la choza... pero regresará en breve;).

3 comentarios:

Cristi dijo...

Eso debe ser una pasada, desde luego es la vivienda perfecta, aunque hoy día te ponen cada vez más limitaciones. Hay ciudades que te prohiben pasar noches sin pagar un impuesto. Pero siempre es bueno pasar por esa experiencia. Cuando consiga sacarme el carné intentaré hacer algo así, aunque por ahora resulta utópico.

senda de luz dijo...

encontre tu blog navegando.....

un saludo y buen viaje !
ya nos contarás que tal eso de llevar la casa a cuestas

¿el problema es la luz para engachar a esta no ?

Anónimo dijo...

Que tengas un buen viaje, y la verdad, no veas la envidia que me das, creo que es una de las mejores formas de viajar, aunque como dice Cristi, en las ciudades ponen muchas pegas, casi siempre hay que echar mano de un camping, cosa que tampoco está mal, pero ya sale un poco más caro, aquí, en Santander, por ciertas calles de la ciudad cercanas a las playas y con aparcamientos ideales para esta modalidad, hay señales de prohibido aparcar caravanas, y no para estar, simplemente aparcar.
Un saludo y que te vaya bien.