30 de junio de 2006

Huellas felinas en el cielo



Soy un gran admirador de los gatos, como creo ya comenté con anterioridad. Me encanta su independencia, su libertad, la casi nula dependencia de los humanos (al contrario que los perros, con eso de lavarlos, sacarlos a pasear, recoger sus 'desechos', etc... .), y esa gracia felina, la elegancia de movimientos típica de los mamíferos de su clase, que es única.

De modo que me llevé una sorpresa cuando encontré que había ciertos "rastros" de la presencia de gatos en el cielo, en los brillantes brazos arremolinados de la Vía Láctea. En particular, hallé esta maravilla gaseosa, sugerentemente similar a una huella felina, llamada NGC 6334. Localizada en la constelación de Scorpius, a unos 5.500 años luz de la Tierra, esta fantástica impresión de una pezuña gatuna es una nebulosa de emisión, cuyos colores son debidos a la presencia de átomos de hidrógeno ionizado en su seno. En su interior pueden entreverse estrellas jóvenes, envueltas con un caparazón nebuloso protector, estrellas varias veces más masivas que nuestro Sol.

En otra ocasión, cuando tenga un respiro y no ande ajetreado con trabajos y lecturas, contaré la historia de un astrónomo que, tan entusiasta de los gatos como yo, quiso brindarles una constelación propia, en el hemisferio sur. La idea no cuajó pero, tal vez en señal de protesta, los gatos acabaron dejando su huella en el Cosmos, huellas como las de NGC 6334, que por estas fechas empieza a ser visible (baja aún) hacia el sur en nuestra latitudes.

Si uno quiere aprender a vivir, que mire a los gatos, porque ellos lo saben todo.

3 comentarios:

Erica dijo...

Bello post y muy bonita página. Felicitaciones y saludos!

elHermitaño dijo...

Sé bienvenida y muchas gracias por tu comentario.

Un abrazo.

Daniel Marín dijo...

Preciosa y curiosa foto, sí señor...