10 de agosto de 2005

Titulitis

¿Importan los títulos, los doctorados, las licenciaturas y demás panfletas académicas? ¿Tienen alguna trascendencia 'real'? ¿Por qué todo el mundo necesita hacer una carrera, por qué? ¿Cuál, si es que tiene alguno, el significado de ser alguien doctorado en alguna especialidad? ¿Debo sentir más respeto ante él o ella, porque ellos saben mucho (en teoría) de lo suyo y yo no que ante un analfabeto o un mendigo?

Conozco a gente cercana que tiene doctorados y nada más terminarlos (o incluso antes de hacerlo) sólo piensan en montar una tienda de ropa. Otros que se han pasado la vida para conseguir un título al final no le han sacado ningún provecho. Si les gustaba lo que estudiaban ¿por qué motivo no fueron al fin del mundo para encontrar un trabajo relacionado con ello? ¿Acaso fueron perezosos y si no lo encontraban cerquita de su casa desistieron?

A mi me encanta estudiar, sobre todo cuando lo hago por placer, sin obligaciones académicas de por medio. Cuando abro el libro de matemáticas de cou y hago algunos ejercicios, por curiosidad y simple interés, o cuando releo una obra de literatura o me enseño unas frases de inglés es cuando siento que estoy en verdad aprendiendo. El autodidactismo es una forma genial de aprender lo que no pudiste en tus tiempos de estudiantillo y, además, es un conocimiento que hecha raíces. No se olvida con facilidad. En cambio, mucho de lo que estudié en su día en los institutos ha volado de mi memoria.

Los títulos académicos sólo expresan el saber temporal y fugaz conseguido en cierta época de nuestra vida. No representan el conocimiento verdadero ni el entusiasmo auténtico por aprender, al menos eso pienso yo. Valoro muchísimo más la curiosidad espontánea de un niño ante la visión de una nube que cuantos doctorados pueda mostrarme un treinteañero. Y no se trata de envidia por algo que yo no tengo; carezco de títulos de gran nivel, es cierto, pero el mundo y las personas que conozco me sugieren que hay mucha más inteligencia y saber en nuestros interiores que en las placas y cuadros conmemorativos de unos conocimientos que, en muchos casos, se han alcanzado por el simple deseo de tener el título de los cojones.

Menos títulos y más curiosidad natural, venga.

8 de agosto de 2005

Sobre la educación

Ya que en el post anterior sobre los jóvenes entró a última hora la cuestión de la educación, hoy dejaré que otros hablen en mi lugar y que digan lo que piensan al respecto. Sus opiniones serán las mías, en el sentido de que coincido plenamente con ellos. Las siguientes citas abarcan la educación desde muchas vertientes distintas. Educación hay sólo una, pero hay varias maneras de educar, ¿no os parece?

Educar es comunicar conocimientos y promover actitudes que lleven a la madurez personal (Enrique Rojas; psiquiatra español [1949- ])

Creo que la escuela anula más que potencia la capacidad de aprendizaje. No deja a los niños desarrollarse como son porque les llena la cabeza de conocimientos inútiles (Debra Winger; actriz estadounidense [1956- ])

Mi abuelo quiso que yo tuviera una educación, por eso no me envió a la escuela (Margaret Mead; antropóloga estadounidense [1901-1978])

¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser el fruto de la educación (Alejandro Dumas; escritor francés [1824-1895])

Realmente, sólo los padres dominan el arte de educar mal a sus hijos (Enrique Jardiel Poncela; escritor español [1901-1952])

Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía (John Ruskin; sociólogo británico [1819-1900])


Y ahora estas otras, algunas muy graciosas:



Si cree usted que la educación es cara, pruebe con la ignorancia (Derek Bok)

La educación es una fábrica de ecos controlada por el Estado (Norman Douglas)

La más importante parte de la educación de un hombre es la que se da a sí mismo (Edward Gibbon)

Gracias a la instrucción, hay menos analfabetos y más imbéciles (Albert Guinon)

Lo que cuenta hoy en día es la educación. O va uno a la Universidad o pone uno su negocio de manera que pueda contratar a los que han ido. (Isidro Loi)

Si domas un caballo con gritos, no esperes que te obedezca cuando le hables (Dagobert D. Runes)


La educación, ¿es un arte? Creo que es evidente que sí, pero hoy en día se plantea, por parte de los profesores, como un recurso económico fácil, y por parte de los padres como una obligación engorrosa. Así que las dos partes dejan el trabajo a medio hacer, y para cuando entran en escena los amigotes o lo que es peor aún, la sociedad con sus tentáculos infinitos, el niño o la niña son marionetas totales, dóciles aprendices y futuros acumuladores de datos y saberes superfluos y baladíes.

La educación es lo que nos lleva a ser de una u otra forma, la que nos permite orientar nuestra existencia hacia un destino concreto o, al menos, hacia una anhelante meta. Sin la educación, o con una mala educación, el mundo resbala a nuestro alrededor, pasa de largo y ni nos enteramos. Si la sociedad no se interesa por la educación integral, plural, estimulante y gozosa de las personas que la forman, entonces no queda más remedio que, o abandonar la sociedad, o educarse uno a sí mismo. Gibbon, unas líneas más arriba, tenía mucha razón... y eso que dijo aquellas palabras hará casi 300 años.

7 de agosto de 2005

Preguntas comprometidas

Hace justo una semana, mientras trabajaba, vinieron un par de abueletes muy majos a hacerme unas preguntas. Iban equipados con varias revistas, panfletos y demás parafernalia religiosa. Quise separarme de ellos, pero me cogieron por sorpresa y hasta diez minutos más tarde no pude volver a la tranquilidad.

Me acribillaron con las cuestiones habituales: "¿Cree en Dios?; ¿qué le parece la situación mundial actual?; ¿por qué hay miedo en las personas?; ¿quién gobierna realmente el mundo?". Son preguntas interesantes, no hay duda, el problema es cuando se enfocan todas ellas desde la óptica religiosa. Si respondo "No creo en el Dios religioso convencional", ellos me salen con que Dios está dentro de nosotros aunque no queramos verlo y bla, bla, bla; si digo que "la situación mundial actual es terrible, mucho peor que durante las dos guerras mundiales por la incertidumbre total del porvenir", me vendrán con que el fin está próximo y que debemos unirnos a Dios; si les comento que "el miedo es necesario para vivir, al menos en ciertas dosis, para saber apreciar todo lo bueno que nos ofrece la vida y porque, si no hubiese miedo a nada, la vida sería bastante aburrida", ellos me contestarán que si tengo a Dios en mi corazón nunca tendré miedo y podré vivir felizmente.



Y si, por último, les digo que el mundo está controlado por multinacionales de muy distintos tipos, por gobiernos trajeados cuyas blancas mansiones deciden el futuro de un país o de varios millones de personas, y que hay señores en la sombra dispuestos a todo con tal de mantener sus inversiones y sus beneficios, ellos me dirán que no, que estoy muy equivocado, que aquel que realmente controla el mundo es... ¡SATANÁS!.

Así que mejor quizá callarse, que vendan su historia, y que se vayan por donde han venido, sin conseguir nada más que continuar perpetuando estérilmente (al menos en mi caso) su visión absurda y ciega del mundo. Mira que querer señalar a Satán como el culpable del ataque a Irak o la podrida programación televisiva... .

Además, leyendo por encima uno de los folletos que me dieron, pude constatar con asco y repugnancia infinitas que, y cito textualmente, "los espíritus maléficos se aprovechan de la inclinación pecaminosa del hombre para fomentar la literatura, el cine, y los programas de televisión que ponen de relieve prácticas inmorales y contranaturales en la conducta sexual". Lo que faltaba. No sólo quieren contaminar nuestras vidas con sus rollos morales caducos y ridículos, sino que además no dejan a la gente vivir libremente su sexualidad y elegir a quién quieran para practicarla.

Qué mensajes más pueriles, inmaduros e irrespetuosos los que venden estos sujetos. No pueden proclamar la buena nueva y los deseos de Dios sin meterse con quienes no son como ellos, así que de mí no van a tener ni los "buenos días" que, invariablemente, ofrezco a todos los turistas que vienen y van por delante de mi puesto de trabajo.

Y lo malo es cuántos hay que los siguen a pies juntillas. Qué frágiles somos, Dios mío... .

Una burbuja estelar a 7.000 años luz



Esta fantasmagórica nebulosa perfectamente circular, situada a 7.000 años luz de nosotros (o lo que es lo mismo, una distancia que cubriría el defenestrado 'Concorde' en más o menos 3.000 millones de años...), se encuentra en la constelación de Hércules, que podemos ver fácilmente ahora en verano sobre nuestras calvas hacia las 23:00 horas. Lo importante de esta nebulosa, aparte de su forma extraordinaria y sugerente, es que se trata de un cadáver estelar.

Las estrellas, como nosotros, tienen ciclos vitales, naciendo, madurando y muriendo. Y ésta nebulosa, Abell 39, representa los estadios finales de la vida de estrellas como el Sol, de modo que dentro de miles de millones de años, al Sol le sucederá lo mismo que a Abell 39... claro que para entonces será dificil que alguien esté aquí observando el espectáculo.

Las estrellas están formadas por gases, aunque confinados en su interior en forma de plasma (otro día explicaré en qué consiste el plasma este...). Cuando los astros llegan a término los gases, que hasta ese momento habían sido apretujados en el interior de la estrella gracias a la gravedad, son liberados hacia afuera. ¿Por qué? Porque las reacciones nucleares que tenían lugar en el astro se acaban al consumirse por completo el combustible que utilizan las estrellas, y la gravedad pierde "fuerza", siendo incapaz de mantener a los gases juntos y compactados. El resultado es que la estrella se tranforma, desprende una concha de gas como la de Abell 39 y poco a poco va perdiendo masa (pese a que, en el centro, aún es posible ver la estrella originaria, ya muy poco brillante), hasta que queda convertida en un residuo estelar a la deriva.

Así pues, con Abell 39 vemos qué significa la muerte de estrellas parecidas al Sol. Otras estrellas, más masivas, mueren de otras formas, de las que también hablaré en el futuro... y os aseguro que son muertes más trágicas, espectaculares y terribles. De hecho, a ojos humanos, nada hay en el Universo que no sea trágico, espectacular, o terrible. El Cosmos debe estar riéndose a nuestras espaldas diciendo: "Qué fácil es sorprender a estos humanos". Y tiene toda la razón.

3 de agosto de 2005

Irán y su cielo



Así se veía el cielo desde Shiraz, una ciudad de Iran, el 10 de noviembre de 2004. La Luna, Júpiter y Venus en brillante conjunción.

Ahora me pregunto si el deseo guerrero y militar de los EEUU puede hacer que, en breve, en lugar de estas escenas tan plácidas y maravillosas los iraníes vean por el cielo los rastros y destellos luminosos producto de las bombas, de los obúses y de los misiles.

Espero que reine la coherencia, el sentido común y la conciencia por encima de intereses, imposiciones y avaricias, pero sé lo dificil que es esperar coherencia y sentido común en estos tiempos y cuando se trata de EEUU.

Me fastidia lo sencillo que puede ser todo, lo amistosos que podemos llegar a ser si queremos y lo fácilmente solucionables u obviables que son nuestras diferencias y ver, por el contrario, cómo cada día el terror invade el mundo, tanto debido al terrorismo islámico como al terrorismo de estado o por las acciones militares. Los cielos nos invitan a alcanzar la paz y la fraternidad, pero nosotros seguimos empeñados en vivir con el miedo y el terror constante para con nuestros hermanos.

Manifiesto contra la juventud (I)

Lo que sigue es un ácido e incendiario manifiesto contra la juventud actual. Lo encontré en un libro de Psicología para Bachillerato que tenía por ahí y desde que lo leí comprendí que contenía mucho más de verdad que de mentira o exageración.

Obviamente no responde al cien por cien de la juventud, sólo faltaría eso. Pero sí que puede considerarse como un reflejo bastante aproximado de las actitudes y posturas de los jóvenes hacia el mundo, sus semejantes, y su propio futuro. Hace unos meses, en los primeros días de vida de este blog, hice unos comentarios furiosos acerca de los jóvenes que están en relación con el siguiente manifiesto. Suscribo todo lo dicho por aquel entonces, así como este manifiesto (que fue poblicado en 1992 en la revista "El Europeo"). Habrá quien lo considere excedido o radical, pero si reflexiona verá que hay evidencia suficiente para aceptarlo como esencialmente correcto.

Quizá sólo los jóvenes que se sientan identificados serán los que no estarán de acuerdo. De todas formas, aquí estaré para rebatir encantado a quien sugiera que el Manifiesto erra de pleno respecto a nuestra querida juventud española.


MANIFIESTO CONTRA LA JUVENTUD


1. Contra el síndrome juvenalista que infecta a la sociedad occidental y prestigia el sector más inútil, ignorante, vacío y conservador de la misma.

2. Contra los jóvenes en general de nuestro tiempo, por su actitud llorona y cobarde. Su falta de imaginación y de generosidad. Su pasividad en las propuestas de futuro. Su ovejuna conversión en masas consumistas disciplinadas y acríticas.

3. Contra los estudiantes. Ceporros hibernados en las cárceles del aula, que aceptan todas las vejaciones del sistema con el único motivo de ganar algún dinero el día de mañana.

4. Contra los dóciles lameculos que creen que su juventud es un grado de gracia que les concede el privilegio de la impunidad.

5. Contra los artistas jóvenes. Metástasis funesta, copiones, descerebrados. Satisfechos en sus ridículas aportaciones. Que todavía confían en que el arte sea un mercado.

6. Contra la música juvenil. Contra la industria, los músicos, los grupos tarados. Se os acaba el chollo: hasta los niños se están aburriendo con vosotros.

7. Contra las discotecas. Catedrales histéricas donde el alma juvenil se disuelve en blando infierno. Bebedores de refrescos, zampabollos impotentes...

8. Contra la moda juvenil y su obsesión por las marcas. Jerarquía espúrea, clasismo de calcetín, que es escuela de racismo, ligereza de opiniones y desprecio por el otro.

9. Contra los jóvenes parados. Auténticas marmotas en posición sodomizable. Sacos repletos de autoestima, que no inventan nada, ni se van de casa, ni emigran, ni siquiera se disuelven en el aire. Sólo dejan de llorar mientras están bebiendo.

10. Contra la industria completa del juvenalismo, con sus potingues falsarios, sus modelos desfasados, su mensaje enfermo y mentiroso.

11. Contra los que se obsesionan con el cuidado del cuerpo. Los que pedaleando al infinito en un palmo de terreno disminuyen su grasa y su cerebro. Condenados al fin, acomplejadas bestias, a trotar y a trotar hacia la muerte.

12. Contra los que se cambian de cara, los rejuvenecidos. No nos engañáis, sabemos que sois realmente viejos, a pesar de la máscara.

13. Contra la estupidez general que emerge, fluye, vuela y amenaza con ahogar lo que de humano queda en nuestra arquitectura de la nada.

31 de julio de 2005

Entre gas, polvo y astros jóvenes



NGC 2244 resplandece en lo alto en los cielos invernales (que ahora tanto anhelamos con en calor espeso y atontante que padecemos) junto a Orión, una región de nuestra galaxia la Vía Láctea muy rica en nebulosas y racimos de estrellas recién formadas.

Ésta en concreto brilla con tal intensidad precisamente gracias a las estrellas que tiene a su alrededor, que la iluminan con la energía procedente de su interior. Las nebulosas como NGC 2244 son las zonas de creación de nuevas estrellas; aunque puedan nacer en grandes grupos, los astros pronto inician sus propios caminos por el Cosmos, cada una siguiendo su viaje prefijado únicamente por la fuerza de gravedad. En cierta manera estas nebulosas son como grandes madronas que tuvieran decenas de hijos; todos ellos serían criados y cuidados por ella, proporcionándoles la materia necesaria para convertirse en seres desarrollados que, con el tiempo, saldrían al exterior y vivirían una existencia independiente.

Las extrañas formas oscuras que parecen manchas alargadas de tinta son en realidad nubes de polvo que enmascaran la luz que tienen detrás; en ocasiones, esas nubes oscuras crean estrellas en su interior, protegiéndolas de fuertes ventiscas estelares que pueden desprender su hipotética concha de material residual, a partir de la cual quizá se formen planetas en un futuro no muy lejano.

De modo que en esta fotografía tenemos todos los ingredientes para la elaboración de nuevas estrellas: energía, gas y polvo. Con ello, el Universo transforma la simple materia en luz y, quizá, vida e inteligencia. Si ha pasado en nuestro pequeño rincón planetario, ¿por qué no puede suceder allí?

30 de julio de 2005

En pos de la Torre Oscura

Stephen King llena una parte importante de mi pequeña biblioteca. Unas 30 novelas, en total. He ido adquiriendo sus libros desde 1994, algunos muy buenos, otros bastante interesantes, otros realmente lamentables.

En cualquier caso, si tengo que destacar algo de King que me ha fascinado es su serie de relatos de la 'Torre Oscura', desde que en 1995 comprara el tercer volumen. Los dos primeros llegarían un poco después, y el cuarto en 2002. Para estos días me gustaría conseguir el quinto, en la biblioteca, pero cierran en agosto (por cierto, esto es indignante... una biblioteca cerrada en agosto, ¡justo cuando más tiempo hay para leer!) y me parece a mí que mañana domingo no estarán esperándome allí.

Esta serie de relatos es, en mi opinión, algo de lo que puede enorgullecerse el señor King (quien por otra parte, y haciendo gala de pocas luces, dijo que no le gustaba la versión fílmica de su novela 'El resplandor' que hizo Stanley Kubrick en 1980. A cualquiera que preguntes te dirá que el film es millones de veces mejor que la novela, pero en fin...). Porque se trata de un cosmos imaginado y nuevo, en el que convergen western y fantasía, amores y guerras y aventuras y ilusiones, todo ello estimulado por unos marcados personajes y una historia extensa y muy bien trenzada. Después del accidente que tuvo King hará un par de años, pensé que tal vez no podría concluir la serie, pero ahora lo ha hecho y ya respiro un poco más tranquilo.



Supongo que mi adicción a la 'Torre Oscura' es similar a la que sienten los seguidores de 'Star Wars' o de Tolkien. Y, en este caso, está enfervorizada aún más por el hecho de que ellos ya han visto cumplido el ciclo de relatos... y en cambio yo no. A mí todavía me restan tres extensos volúmenes por disfrutar. El pistolero Rolando de Gilead, como se llama el protagonista de la historia, se ve envuelto en un periodo de cambios profundos en su mundo, paralelo al nuestro, y acompañado por otros tres viajeros (todos ellos arrancados de su mundo original [el nuestro] y lanzados al de Rolando por él mismo mediante una invocación), y con el deseo de no ver destruido lo que era su hogar y su vida decide ir hasta la Torre Oscura, una construcción (tal vez puramente mental, aunque real según algunos...) en la que subyace la posibilidad de un cambio de destino del mundo de Rolando. Rolando intentará llegar hasta ella, aunque durante el camino encontrará todo un universo de dificultades y malignos poderes.



Por mi parte voy a esperar con ansia el momento de adentrarme de nuevo en el mágico, espectacular, inexplorado y sugerente universo de Rolando y, para hacer boca, quizá relea las cuatro partes anteriores (unas 2.200 páginas, aproximadamente). Os recomiendo esta magnífica obra en siete partes sin ninguna reserva. La primera es una mera introducción, la segunda ofrece claves imprescindibles sobre el devenir de los diferentes personajes, la tercera es una intrincada senda hacia el camino que lleva a la Torre Oscura, y la cuarta representa una mirada atrás de Rolando hacia sus orígenes, a su primer (y único) amor, y acerca de por qué su mundo se desmoronaba. La quinta parte, para mí, aún sigue en el más absoluto misterio.

Rolando y sus amigos forman un ka-tet, una especie de alianza conjunta infranqueable e indestructible. Son uno de muchos, la esencia de una alma hecha grupo para toda la eternidad. Si queréis entender esto, lo mejor que podéis hacer es empezar con 'La hierba del Diablo', el primer volumen de la serie, la cual empieza así:

"El hombre de negro huía a través del desierto, y el pistolero iba en pos de él".

Buen viaje.

28 de julio de 2005

Arriba sí, pero ¿abajo?



Los tripulantes del transbordador 'Discovery' despegaron desde el cabo Cañaveral, subieron al espacio... y en este momento están allá arriba, en ascuas, a la espera de lo que decida la Nasa. Porque lo que le sucedió hará dos años y pico a aquellos astronautas planea en este momento sobre la Agencia Espacial estadounidense.

Me explico: se ha detectado que una de las losetas que conforma el morro del transbordador se ha perdido. Un hecho similar sucedió cuando el 1 de febrero 2003 el Columbia reingresó en la atmósfera terreste... y sus siete tripulantes murieron. En este caso, la NASA quizá envíe otra nave para recoger a los que ahora están allá arriba, estrechos en una lata de sardinas (el habitáculo útil está pensado para dos personas... y ahora hay nueve).

Pero la cosa está verdadermente mal. De hecho, la NASA ya ha suspendido futuros vuelos del transbordador. Pero claro, antes de ello deben resolver este desaguisado con valor, ingenio e inteligencia. O sea, que esta agencia se ha pasado dos años y medio analizando las causas de las pérdidas de las losetas y después de todo ese tiempo envían otro transbordador y le sucede exactamente lo mismo. Así que uno se pregunta: ¿qué demonios han estado haciendo realmente en estos 30 meses y en qué se han gastado tantes millones de dólares?

'Diccionario de palabras irritosas'

Je, je... hoy estoy un poco cachondo mentalmente (más allá de lo habitual) y en lugar de astronomías y divagaciones varias voy a dejar constancia aquí, pese a las más que probables recriminaciones, riñas y quejas por mi mal gusto y pésima inteligencia, de algunas de las palabras que el castellano (para unos) o español (para otros) posee en su extenso vocabulario y que al oírlas en boca de los demás o en la mía me producen una sensación desagradable.

Se trata de vocablos que tienen cierto matiz irritante y pedante si son pronunciadas lenta y pastosamente. Eso es al menos lo que me pasa a mí. Supongo que dependrá del momento y de la actitud de cada uno, o de otros factores ignotos, pero en mi caso cada vez que oigo estas palabras (y sobretodo de la manera que he mencionado) noto un cosquilleo áspero e ingrato en las entrañas. Supongo que esto obedece a mi naturaleza excéntrica y rara... .

Ya sé que esto sonará un poco extravagante para los habituados a encontrarse en este blog mis peripatéticas reflexiones cósmicas, sociales o políticas, pero creo que puede resultar refrescante y divertido (siempre que tengáis un sentido del humor un poco peculiar, claro) saltar un poco hacia lo pueril e infantil de vez en cuando.

Vamos allá... :

1) Tortilla

2) Disquete

3) Queso

4) Tarrina

5) Ñoño (elemental...)

6) Bobina

7) Papanatas

8) Chorizo

9) Nata

10) Mameluco

11) Bayeta

12) Frasco

13) Membrillo

14) Oblongo

15) Chapín

16) Producto

17) Ojera

18) Verborrea

19) Dromedario

20) Chapata

21) Chamusquina

... vale, algunas no son realmente tan pedantes como en principio pudiera parecer, pero pronunciadlas lentamente y con voz pastosa a ver qué ocurre. Ciertamente, es fácil darle carácter irritoso a casi cualquier palabra, pero recordad que esto es sólo un ejercicio absurdo y descabellado acerca de las palabras y su pronunciación, todo ello aderezado con nuestro también descabellado sentido del humor. Espero no perder visitantes por esta "salida de tiesto", aunque me gustaría que si os sucede algo parecido con otras palabras las incluyáis aquí.

Repito, esto es un poco raro, lo sé, pero no me lo tengáis demasiado en cuenta; uno a veces siente la necesidad de evadirse y huir, y con extravagancias de este calibre ello se consigue perfectamente. O bien comprendéis esto y os unís al corro, o me odiaréis por mi infinito "bad taste".

En fin, haced lo que queráis.

26 de julio de 2005

Tres sorpresas de Marte







Para quien creía que Marte no era más que un desierto seco y soso, desprovisto de interés "artístico", es decir, sin formaciones ni estructuras bellas y espectaculares, aquí van tres sencillos ejemplos de lo contrario. Una especie de 'mariposa', un campo de extrañas "plantaciones" y un cañón mucho más profundo y auténtico que el de Colorado nos muestran que Marte nunca ha sido un planeta aburrido para aquellos que saben adónde mirar.

25 de julio de 2005

Londres vs. Egipto

Egipto sufrió el viernes pasado un atentado terrorista tremendo; murieron 88 personas. No es algo nuevo, ya que este país ha sido el blanco de los inhumanos en varias ocasiones. Lo que me extraña es que apenas se haya hablado de él. O eso, o que del de Londres, que tuvo lugar hará casi tres semanas, se habla demasiado.

No comprendo en absoluto esta distinta manera de informar; recargándonos de información, datos, noticias constantes e investigaciones, además desde el primer minuto, en el caso de Londres, se ha pasado a una cierta indiferencia ante lo ocurrido hace sólo cuatro días. ¿Será porque Londres 'nos coge más cerca'? ¿Porque Egipto, aunque tenga características occidentales y capitalistas, está situada en una zona que tiende más a Oriente? ¿Por eso nos importan menos las víctimas (no a nosotros sino a los medios de comunicación)?. Como la amiga Arbiera señalaba en los comentarios al post sobre lo acontecido el 7 de julio en Londres, los que mueren en guerras también tienen nombres y apellidos, no sólo los que lo hacen en atentados terroristas.

Y ahora resulta que sólo nos enseñan las desgarradoras imágenes de Londres, el caos, la destrucción, y todo lo demás. Y de Egipto, al parecer, nos olvidamos. Mueren seres inocentes aquí cerca y se pasan semanas enteras hablando del tema, como debe ser. Mueren seres inocentes unos kilómetros más allá y lo obvian, o lo mencionan sólo de pasada, como si su desaparición entrañara menos pérdida para la Humanidad.

De verdad, no lo comprendo. Que diferencien a los muertos por guerras o por terrorismo de la forma en que lo hicieron (por ejemplo en el 11-S y el ataque a Afgnanistán) ya es absurdo, incongruente y estúpido, pero que lo hagan también con los asesinados por las manos terroristas ya es el colmo.

¿Será el inconsciente, el poder o la simple torpeza de los periodistas la responsable de tamaña necedad?