7 de agosto de 2005

Preguntas comprometidas

Hace justo una semana, mientras trabajaba, vinieron un par de abueletes muy majos a hacerme unas preguntas. Iban equipados con varias revistas, panfletos y demás parafernalia religiosa. Quise separarme de ellos, pero me cogieron por sorpresa y hasta diez minutos más tarde no pude volver a la tranquilidad.

Me acribillaron con las cuestiones habituales: "¿Cree en Dios?; ¿qué le parece la situación mundial actual?; ¿por qué hay miedo en las personas?; ¿quién gobierna realmente el mundo?". Son preguntas interesantes, no hay duda, el problema es cuando se enfocan todas ellas desde la óptica religiosa. Si respondo "No creo en el Dios religioso convencional", ellos me salen con que Dios está dentro de nosotros aunque no queramos verlo y bla, bla, bla; si digo que "la situación mundial actual es terrible, mucho peor que durante las dos guerras mundiales por la incertidumbre total del porvenir", me vendrán con que el fin está próximo y que debemos unirnos a Dios; si les comento que "el miedo es necesario para vivir, al menos en ciertas dosis, para saber apreciar todo lo bueno que nos ofrece la vida y porque, si no hubiese miedo a nada, la vida sería bastante aburrida", ellos me contestarán que si tengo a Dios en mi corazón nunca tendré miedo y podré vivir felizmente.



Y si, por último, les digo que el mundo está controlado por multinacionales de muy distintos tipos, por gobiernos trajeados cuyas blancas mansiones deciden el futuro de un país o de varios millones de personas, y que hay señores en la sombra dispuestos a todo con tal de mantener sus inversiones y sus beneficios, ellos me dirán que no, que estoy muy equivocado, que aquel que realmente controla el mundo es... ¡SATANÁS!.

Así que mejor quizá callarse, que vendan su historia, y que se vayan por donde han venido, sin conseguir nada más que continuar perpetuando estérilmente (al menos en mi caso) su visión absurda y ciega del mundo. Mira que querer señalar a Satán como el culpable del ataque a Irak o la podrida programación televisiva... .

Además, leyendo por encima uno de los folletos que me dieron, pude constatar con asco y repugnancia infinitas que, y cito textualmente, "los espíritus maléficos se aprovechan de la inclinación pecaminosa del hombre para fomentar la literatura, el cine, y los programas de televisión que ponen de relieve prácticas inmorales y contranaturales en la conducta sexual". Lo que faltaba. No sólo quieren contaminar nuestras vidas con sus rollos morales caducos y ridículos, sino que además no dejan a la gente vivir libremente su sexualidad y elegir a quién quieran para practicarla.

Qué mensajes más pueriles, inmaduros e irrespetuosos los que venden estos sujetos. No pueden proclamar la buena nueva y los deseos de Dios sin meterse con quienes no son como ellos, así que de mí no van a tener ni los "buenos días" que, invariablemente, ofrezco a todos los turistas que vienen y van por delante de mi puesto de trabajo.

Y lo malo es cuántos hay que los siguen a pies juntillas. Qué frágiles somos, Dios mío... .

4 comentarios:

elHermitaño dijo...

Quizá fénix el budismo queda un poco al márgen de esa contundente calificación. Nunca he visto a los budistas metiéndose con los no creyentes de su religión. Me parece, aunque pueda estar equivocado, que es una forma de conexión con Dios mucho más pura que las demás.

Aunque supongo que también tendrá sus defectos... .

Saludos.

Valencianet dijo...

El budismo no tiene Dios, tan solo busca alcanzar el nirvana y evitar el sufrimiento.
Tampoco es una doctrina atea, pero digamos que Dios esta al margen de su sistema filosofico. Porque el budismo sobre todo es eso, una filosofia.

arbiera dijo...

Dios es un sentimiento personal.

elHermitaño dijo...

Cierto Jose que el budismo tiene como guía espiritual (más que como Dios, en el sentido tradicional) a Buda, que es un personaje histórico en toda regla, y es también verdad que se acerca más a la filosofía que a la religión.

Gracias por la aclaración.

Saludos.